jueves, 1 de julio de 2010

REDUCIENDO LA COMPLEJIDAD

Hay tanta evidencia disponible a esta altura de la vida humana que es una lástima hacer de nuestro modo de comprender las cosas un sistema de creencias, una cuestión de opinión personal. No pretendo enfrascarme en un debate sin fin pues ¿cómo voy a ser capaz de convencer a la gente de que su religión está mal? y bueno, por otro lado, ¿cómo voy poder tomar dogmas religiosos de manera seria en un contexto científico?

Pretendo en algunas líneas darle herramientas al lector para que no cometa el error de calificar verdades científicas como una opción: la acepto o la niego.




¿Duda acaso usted de la Teoría de la gravedad? Seguro pensará que me expresé mal y me estoy refiriendo a la Ley de gravedad, no la teoría. Resulta ser que Sir Isaac Newton postula lo que sería conocido como Ley de gravitación universal. Luego Einstein comprueba que la gravedad debe ser entendida de manera distinta. ¿Cuán ley era entonces? En ningún momento dejó de ser cierto lo postulado por Newton, el aporte de Einstein contribuye a la teoría que confundimos por ley. Luego vino Hawking.

Discutir con creacionistas y creyentes en el diseño inteligente — nótese la implicancia de complicidad que debe de tener una persona con una idea cuando se dice “creyente”— en un nivel y contexto racional le entrega al público una impresión de que estas ideas se toman en serio durante una discusión científica.

Michael Behe (el cangri, capo master, el Darwin detrás del ID) define complejidad irreducible de esta manera: "By irreducibly complex I mean a single system composed of several well-matched, interacting parts that contribute to the basic function, wherein the removal of any one of the parts causes the system to effectively cease functioning” (pretendo no errar en traducción, por eso presento su definición textual).

Behe utilizó como analogía de complejidad irreductible una trampa para ratones la cual sin alguna de sus partes (la base, el gancho para el cebo, el resorte y el alambre grueso que sirve de martillo) no funciona, pues todas son necesarias para cumplir su función. “Un sistema complejamente irreductible no puede ser producido por numerosas, sucesivas y pequeñas modifican no-funcional”, catalogando así de irreductible a la ratonera, puesto que no se puede atrapar un ratón sin el resorte o cualquier otra parte, tanto como el flagelo de las bacterias, que sin alguna proteína que componga su “compleja maquinaria” no propulsará a la bacteria. Fallará en su función: movilidad.

Lo cierto es que de haber sistemas biológicos que se demuestren irreductibles, la teoría de la evolución fracasaría, ya que al no haber funcionalidad en un sistema éste sería eliminado por la selección natural (discutible según la teoría neutralista de evolución molecular de Kimura) ¿pero qué tan irreductibles son una trampa de ratón y un flagelo bacteriano?

Si a una ratonera le sacamos el gancho para el cebo no podremos atrapar un ratón, pero sí podremos sujetar nuestros papers con un tosco clip. Si a esa trampa le quitamos ahora el resorte y el martillo nos quedamos con la base, a cual ahora no sirve para nuestros papers pero sí serviría para poner nuestra tacita de café y no ensuciar la mesa o incluso para arreglar la odiosa mesa coja del barcito en Bellavista. Mike Miller no lo pudo haber analogado mejor.

De todas maneras no sirve de mucho desacreditar una analogía pues después de todo es sólo retórica — por desgracia es esta el arma de la complejidad irreductible y no el uso de datos empíricos. Primero las trampas no se reproducen, no mutan, no son sujetas a selección natural y los componentes de ésta no presentan afinidad unos a otros. Quiero destacar que no fui yo quien empezó el cuento de andar comparando trampitas con sistemas orgánicos, así que si ahora quiere venir un “creyente” a recalcar lo fútil de mi acotación sólo porque le recordé lo estúpida que es su comparación y eso le ha causado una inflamación a las gónadas, lo entiendo.

¿Y qué pasa con el flagelo de las bacterias? Y qué no pasa. El flagelo de las bacterias es un sistema compuesto de múltiples partes (alrededor de 50). Su función es favorecida por la selección natural, pero en lo que discrepamos es en que no pueda ser producido por evolución ya que las partes individuales no tienen función propia y por lo tanto han de ser descartadas por selección natural.

La evolución ocurre paso a paso y en el caso del flagelo de las bacterias también es así. Ocurre lo mismo que con la ratonera: las partes y/o interacciones de las partes cumplen otras funciones. Un ejemplo clásico que se utilizó en las cortes de Estados Unidos, Kitzmiller v. Dover Area School District, (*SPOILER* resolución: ID no es ciencia) fue explicar la reductibilidad del flagelo bacteriano indicando la homología de sus partes a distintas estructuras ya conocidas y completamente funcionales.

Si a un flagelo normal, de alrededor de cincuenta componentes, le dejamos sólo diez (sacamos toda la “cola” y dejamos la “base”), ¿qué obtendremos? Según la hipótesis de complejidad irreducible debiese de ser una unidad no funcional que por lo tanto debe de ser eliminada por selección natural. Craso error, lo que se obtiene es el Sistema de Secreción Tipo-III (T3SS), un complejo proteico perfectamente funcional. Entre 75 y 200 millones de personas infectadas por Yersinia pestis murieron en el siglo XIV, sí señores, "peste negra". El bichito ya mencionado inyecta sus toxinas mediante el T3SS. Si esto no es evidencia suficiente de un flagelo reducido completamente funcional, propongo agrandar el tamaño muestral con voluntarios creyentes del diseño o abiertamente creacionistas.

La historia se repite con las otras proteínas, o interacciones de éstas, del flagelo. No son realmente propias de él, sino que se encuentran formas homólogas en distintas partes de bacterias. Cada una de ellas cumpliendo con una función distinta. ¿Es entonces posible que el flagelo de la bacteria haya surgido como una novedad evolutiva, paso a paso, como consecuencia de numerosas y pequeñas modificaciones sucesivas favorecidas por selección natural? Sí. De hecho, sí. Te acabo de decir cómo. Abre los ojos si no me crees, lo peor que te puede pasar es darte cuenta de cómo funciona la cosa.

Es materia recurrente de los creyentes del Diseño Inteligente unir retórica a un nuevo ejemplo el cual desconocen su explicación evolutiva cuando sus “poster childs” son desacreditados por la ciencia. Rápidamente encontrando otro al cual uno no se haya referido (¿y qué hay de la ATP sintaza?). Siempre, pero siempre, que se explica algo el fanático pondrá algo nuevo sobre la mesa y les puedo asegurar que eso no es sed del conocimiento.

Aunque la respuesta esté a unos clicks de distancia, la idea es causar conmoción y propagar de manera viral preguntas a modo de “lo que la evolución no explica” cuando en realidad es “lo que no entendí y tampoco investigué de la evolución”. Parecen innumerables los ejemplos que se han refutado y nunca serán suficientes. Estamos mostrándoles cosas a ciegos que no quieren ver y predicándole a piedras en el desierto al mismo tiempo.

La fábula está tomando un poco de vuelo en Chile claramente respaldado por un resurgimiento del new age (algo que la moda Kitsch no planeó revivir de los ochentas) y aquellos ABC1 — legionarios y numerarios — que para no sentirse incómodos con su anacrónico modo de vida, se apoyarán en lo que les convenga.

Otro punto interesante, se supone, del ID es (que no redoblen los tambores, en verdad no es para tanto y no me imagino cómo alguien picó el anzuelo) lo improbable que sería la abiogénesis y la evolución de una célula primordial a los niveles de complejidad actuales que se encuentran en la naturaleza. En cinco simples palabras: "lea sobre el principio antrópico".

El diseño inteligente y su complejidad irreductible no son ciencia ni materia de discusión. Son una maraña de hipótesis, la mayoría no falsificables, que asumen muchos conceptos que no son de preocupación científica. El diseño acepta causas sobrenaturales y cuando dice no estar haciéndolo, miente. El diseño disfraza el creacionismo y lo vende como ciencia, argumentando a fin de cuenta que si desprecias la evolución, el diseño es la verdad. Si la ciencia fuese así de sencilla, seguiríamos confiando en médicos brujos y recurriendo a a homeopatía en vez de acudir a un especialista. Espera. Oh. Mierda.

10 comentarios:

Consue dijo...

"¿Cómo voy a ser capaz de convencer a la gente de que su religión está mal?"

Léete Breaking The Spell de Dennett, explica más o menos que no puedes dejar que un creyente acérrimo deje de creer en Dios, pero sí puedes cagarlo con el argumento de por qué su iglesia es mejor que las otras :)

Jefe dijo...

Mujer... Dennett tampoco pudo. No quieren escuchar.

Barryjuait dijo...

muy bien pequeño saltamontes....

oie wn....la homeopatía funciona! son plantas nomas....

Jefe dijo...

Eso no es homeopatía. Homeopatía es una medicina alternativa que se basa en la capacidad de "memoria" del agua. Lo de las plantas es tema aparte.

J.E.E. Gutierrez dijo...

Toda teoría jamas es comprobable solo no falseable (por el momento)y por lo tanto solo es valido lo que puede ser puesto a prueba científicamente con la intención de refutar y sobrevivir a la prueba, y no lo que parece cierto constantemente (para que no me acusen de plagio eso es Popper xD).

Justamente de eso es lo que peca estas teorías tratan de meter lo incuestionable en un mundo donde la duda manda. Por lo que por mucho esfuerzo los creacionistas pongan, jamas van a ser respetados por la comunidad científica (o cualquier persona que sepa algo de ciencia).

Te recomiendo ver el documental "Religulous". Excelente documental sobre los extremistas de todas las religiones.

Jefe dijo...

Me encanta esa comedia. Gracias por tu comentario. Me parece que es al revés: las teorías son comprobables y falseables. Comprobables por todos los datos que las sustentan y falseables pues siempre están dispuestas a ser probadas en contra a luz de nuevas evidencias. Que no se tenga evidencia de momento no significa que no sea falsificable.

J.E.E. Gutierrez dijo...

No digo que no sean ciertas, sino que no son comprobables por que nada es realmente comprobable. No podemos saber si lo que tenemos ante nuestro ojos es ilusión o realidad. Por lo tanto jamas ninguna teoría puede ser 100% comprobada.

Fe en la duda podríamos decir xD

Jefe dijo...

"No podemos saber si lo que tenemos ante nuestro ojos es ilusión o realidad." Por lo visto eres fundamentalista.

J.E.E. Gutierrez dijo...

hahahahha se que suena mal e incluso parece contradictorio, pero se tiene que admitir que el filtro de nuestros sentidos es muy fuerte y difícil de superar.

Los sentidos son falibles, y como toda la información que llega a nuestras mentes tiene que pasar por los sentidos, por lo que por muy objetiva que sea una investigación esta condicionada por nuestra propia subjetividad.

Por tanto no podemos aceptar ciegamente la realidad, sino que debemos dudarla y tratar de no creer ciegamente en nada, ni en la ciencia ni en dios.

Jefe dijo...

Muy fundamentalista.